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Wiliams Marcano.
Paola Peñaloza.
Judetzy Herrera.


EL CONTRATO SOCIAL

SÍNTESIS:
El origen por el cual Rousseau escribió el “Contrato Social” se basó en un ideal: una sociedad integrada por ciudadanos libres e iguales, en la cual todos participan en la toma de decisiones, cuya finalidad era fundar una República Democrática.
Rousseau, en su obra “Contrato Social”, se remite a algo utópico para hablar sobre lo que sucede en su época, sin hacerlo con el fin de justificarla, como la hacían Hobbes y Locke. La teoría que este autor nos brinda va a tener le idea de proyecto político. Parte de la concepción del hombre natural, del “buen salvaje”, que vive en armonía y pacíficamente, inmerso en la sociedad.
El hombre, en sus relaciones necesarias va a desarrollar primero el lenguaje y la cultura; luego el dinero. Y una vez inmerso por completo en la sociedad, empezará a preocuparse por lo que tiene y a querer lo del otro, perdiendo así el sentimiento de piedad que era lo que lo caracterizaba. Sin embargo, para Rousseau, incluso el “estado de cultura” no justifica un “estado de guerra”, sino que plantea que los valores están corrompidos, haciendo así un juicio valorativo: el hombre está corrompido y tiene que buscar los valores que lo lleven al estado de naturaleza en donde el hombre vive en paz y es bueno. De aquí que todos los hombres, para salir de ese estado de guerra y corrupción, entregan todos sus derechos a lo que sería la Voluntad General.
Entregar todos sus derechos no significa cederlos a un poder externo o superior a ellos (como lo plantea Hobbes), sino que el contrato instituye un poder o soberano que expresa la opinión y la voluntad de todos los ciudadanos. Los hombres firman individualmente para buscar el “bien común” de la sociedad.
La voluntad general interpreta las opiniones e intereses de todos los miembros de la sociedad, poniendo a todos en el mismo nivel en igualdad y libertad (principios básicos y esenciales que Rousseau pretende insertar en su época). Se podría decir que esta voluntad de todos es una especie de personificación del conjunto de todos hombres, que constituyen la soberanía. Como se puede ver, el Contrato Social no se funda en el derecho individual, sino en la plena participación de los ciudadanos en el orden político, al estilo de la Democracia directa griega, es decir, una sociedad integrada por los ciudadanos iguales que deliberan y legislan en asamblea abierta.
El contrato en Rousseau vendría a ser el modo de recuperar al hombre natural y perfeccionarlo bajo la forma de cuerpo social donde muchos “yo” fundan la voluntad general, produciéndose así una unión y una sumisión de “todos al todo”.
La libertad individual se funde en la voluntad general, ya que solo es libre quien obedece a la voluntad general, y así se obedece a si mismo.

Un régimen corrompido es aquel en donde la voluntad individual supera a la voluntad general. El régimen ideal sería aquel en donde la voluntad particular coincide con la voluntad general.